Una invitación para conocer la historia del Galeón de Manila, su cultura y su impacto en Filipinas y en América.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Otro patache perdido

Patache o pinaza, es un bote menor de carga de aproximadamente 60 toneladas, que se habilita para llevar materiales que serán utilizados por las demás embarcaciones de una flota. Aunque tiene autonomía de navegación, requiere la guía de las naves mayores. En el caso del patache Santiago, que acompañaba a la expedición de Loaisa, un temporal en junio de 1526 lo separó del conjunto. Se mantuvo a la deriva por varias semanas y gracias a la corriente de Humbolt navegó rumbo al norte del Pacífico, hasta tierras de la Nueva España.
La sabrosa aventura fue descrita por Mariano de la Cueva, aunque no cita la fuente de la que obtuvo esa historia, pero es real, como lo constatan las crónicas en la Nueva España, donde ya se realizaban los preparativos para enviar una expedición a las Molucas, como veremos más adelante. La presencia de marinos de la expedición de Loaisa en tierras mexicanas dió certidumbre a Hernán Cortés de que era posible y necesario acelerar los preparativos de su empresa.
A medidados de agosto de 1526 en la ciudad de México, se presentó ante el Conquistador un clérigo, fray Juan de Aréizaga. Venía de Tehuantepec, a 375 leguas al sur de la capital de la nueva España.
El insólito visitante contó a Hernán Cortés cómo había salido en un patache de la Armada de Loaisa y que creía que esa expedición ya había llegado a la Especería.
Que habiendo ya pasado el estrecho de Magallanes un viernes primero de junio perdieron de vista las naves y se afligieron mucho porque no tenían ya sino cuatro quintales de bizcocho y eran cincuenta personas e arbitraban que estaban de la primera tierra de donde pudiésen comer, dos mil leguas.
Pensaban que se encontraban en medio del océano, sin darse cuenta de que habían seguido a corta distancia la costa de Chile y Perú.
E decía este clérigo Don Juan (de Aréizaga) que llevaba un gallo e una gallina e que cada díaponía la gallina un huevo, salvo en el Estrecho que por el mucho frío dejó de poner. Que le quisieron dar por el gallo y gallina cincuenta ducados y su dueño menos quiso porque con aquellos huevos se hacía mucho bien y socorro a los enfermos.
Anduvieron perdidos y el 25 de julio "surgieron sobre un cabo" (vieron tierra) y acordaron que metido en una caja de madera (pues no tenían batel ni lancha) uno de ellos "fuese a tierra llevado por el aire y oleaje e que llevóse espejos y tijeras y peines por que los indios no lo matasen o comiesen".
El capellán rogó al capitán Santiago de Guevara, que era su primo e a la otra gente que hubiesen por bien que le dejasen a él salir en la caja y esrbáronselo mucho; pero a su ruego, viendo su buena voluntad le dieron licencia. A mitad del camino la caja se desgobernó; él nadaba teniéndose recio ypofrió de ir a tierra pareciéndole cosa vergonzosa tornar atrás; e llegó a lacosta a andar muy cansado y desatinado medio ahogado. E quísole Dios socorrer epuso en corazón a los indios que lo entrasen a ayudar e así se echaron cinco gandules (hombres jóvenes) recios al agua aunque la mar adaba brava.
Entre millares de hombres le llevaron al rey le dieron de comer venado, tortillas, cerezas y guayabas y otras cosas que el clérigo no supo nombrar. Mostróle el rey una cruz diciéndole "Santa María". E luego como el clérigo la vido se quitó el bonete e se hincó de rodillas al pie de ella e le adoró e hizo oración y el rey y la otra gente estaban mirándole.
Saltaron a tierra los del patache y era tanta la gente que salía a mirar a estos critianos que les parecía que no solamente era multitud grande para poblar una ciudad mas para poblar un reino.
Dijéronles que a veinticuatro leguas había un cristiano. Era nada menos que el gobernador español puesto ahí de mano de Cortés. Vino hasta la playa echado en una hamaca que llevaban doce indios y luego que vido al Capitán Guevara y al Clérigo se apeó y los fué a abrazar y les preguntó que cuyos era y por quiéniban en aquella tierra y si eran cristianos y de quénación y ellos dijeron; "Cristianos somos y vasallos del Emperador Don Carlos y españoles y habemos aqui aportado con mucha necesidad y deseamos saber qué tierra es aquesta, pues ha placido a Dios que hallemos quien nos lo diga".
Habían llegado a Tehuantepec
El gobernador español respondió: "señores, todos somos vasallos del César; en su tierra están. Esta tierra es parte de la Nueva España, a donde es Capitán General y gobernador el Señor Hernán Cortés por sus majestades y es una de las mejores tierras y señoríos del mundo, en la cual hay muchas y muy grandes poblaciones y ciudades y grandes señores de los indios naturales".
El gobernador de Tehuantepec indicó al Capitán Guevara que pasase a verse con Hernán Cortés que estaba en la ciudad de méxico a trescientas setenta y cinco leguas. Guevara respondió que estba enfermo y que no pensaba que podría llegar vivo. Fué en su lugar su primo el padre Aréizaga, que quedaría como el primer navegante español que llegaría a México por las costas del Pacífico.
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Mariano de la Cueva. Monje y Marino. op.cit. pp 98-101.

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